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SNA

Sistema Nervioso Autónomo

Sistema Nervioso Autónomo (SNA)

El sistema nervioso autónomo (SNA) controla las funciones involuntarias y automáticas del cuerpo, como la frecuencia  cardíaca, presión arterial, la respiración, la digestión, la regulación de la temperatura, la sudoración, la respuesta sexual y la respuesta al estrés entre muchas otras. El SNA se divide en dos sistemas: el sistema nervioso simpático y el sistema nervioso parasimpático. Estos dos sistemas trabajan de manera complementaria para mantener el equilibrio en el cuerpo. Cuando este equilibrio se altera, da lugar a una disautonomía, que repercutirá negativamente en el dolor, la inflamación, el estrés…

Para valorar el estado del SNA, medimos la variabilidad de la frecuencia cardíaca (VFC o HRV, de las siglas en inglés) que es una medida que evalúa las fluctuaciones en el intervalo de tiempo entre los latidos cardíacos. No se trata sólo de medir la frecuencia cardíaca, que sería la rapidez con la que late el corazón (por ejemplo, 60 veces por minuto), sino de analizar cómo varía ese ritmo a lo largo del tiempo. La HRV se considera un indicador de la flexibilidad y adaptabilidad del SNA. Para medir la HRV lo hacemos mediante la realización de un electrocardiograma durante 5 minutos, a través de una banda diseñada para ello.

  • Una HRV alta indicaría un estado saludable. Habrá mayor oscilación entre los latidos cardíacos, lo que se ha asociado a un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares, una mejor respuesta al estrés y una mayor adaptabilidad del organismo. También está asociado a un predominio del tono vagal (parasimpático).

  • Una HRV baja indicaría un mal estado de salud. Habrá menor oscilación entre los latidos cardiacos, lo que provocará menos flexibilidad, adaptabilidad y una hiperactividad simpática.

En FisioLate somos expertos en el diagnóstico y tratamiento de las disautonomías. Este tratamiento nos permite tener gran éxito en pacientes con dolores y patologías crónicas, que no han evolucionado favorablemente con los tratamientos convencionales. Por lo que, si tienes un dolor crónico y varios de los síntomas de disautonomía, que exponemos a continuación, no dudes en consultarnos:

  • Dolor de cabeza o migraña

  • Ansiedad

  • Depresión

  • Trastornos del sueño

  • Fatiga crónica

  • Visión borrosa

  • Dificultad de concentración

  • Palpitaciones

  • Arritmias

  • Diarrea/estreñimiento

  • Diabetes

  • Alteraciones en la tensión arterial

  • Dolor muscular y articular crónico

  • Alteraciones de la temperatura corporal

  • Alteraciones en la digestión

  • Hinchazón abdominal

  • Síndrome de intestino irritable

  • Alteraciones en la sudoración

  • Temblores y/o calambres

  • Síndrome de las piernas inquietas

  • Pérdida del deseo sexual

  • Infertilidad

  • Disfunción eréctil

  • Incontinecia

  • Baja inmunidad

  • Cambios en la salivación en la boca y en la lagrimación del ojo

  • Dificultad para manejar la vida personal

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